Otra vez no puedo dormir. Me cuesta conciliar el sueño. He vuelto a llorar por los logros no conseguidos este año. He vuelto a recordar que este año no hice nada por adelgazar por la maldita depresión. Maldita dualidad entre hacer las cosas bien o obsesionarme demasiado. No puedo encontrar ese equilibrio. Soy cristiana y por amor a mis padres no dejo que mi estilo de vida me consuma por completo, no puedo verlos sufrir, sufrían mucho si yo enfermara y por el amor que les tengo ignoro o mejor dicho bloqueo el hecho de que estoy gorda y por eso no he hecho dieta ni ningun ejercicio porque una vez que empiezo es dificil controlar los impulsos de medir mis calorías y dejo de comer absolutamente todo. Empiezo a rechazar los alimentos de forma esporádica y paulativamente hasta que dejo de comer. Pero siempre es una lucha entre estas dos cosas porque cuando caigo en cuenta que me puedo enfermar y terminar en el hospital vuelvo a parar y prefiero ya no hacer n...