Lo había olvidado, ya había olvidado la sensación de mirarte en el espejo y no gustarte lo que ves, habia olvidado la sensación de asco cada vez que como. Sinceramente había aprendido a dejar de pensar en calorías, pareciera que había estado en trance. Hoy comencé de nuevo con la sensación de odio, al mirar lo que había en el espejo me decepcioné, como permití que mi cuerpo engordara, como permiti volver a verme así de gorda de nuevo. Entendí de nuevo que no podré escapar de mi realidad ¡Soy gorda! Admito que he estado comiendo como cerda. Admito que he engordado. Creí que las tallas ya no eran importantes para mi, pero solo me estaba engañando, solo estaba evadiendo mi realidad. ¡Estúpida, soy una estúpida! Hoy volví a entenderlo, entender lo gorda que estoy. Lo entendí al medirme un vestido y no entrar. Fue ahí cuando me di cuenta de lo que le había hecho a ...